La educación tiene una esencia cultural la cual  ha pasado en generaciones y ha sido parte del proceso de la globalización, pero a partir de esto ha surgido un problema ya que millones de niños no ven un propósito en la escuela o en el aprendizaje como tal, ya que prefieren procrastinar con sus aparatos electrónicos. Muchos sienten que se ha vuelto algo monótono y repetitivo, Ken Robinson en una charla llamada “world-renowned education and creativity” comparó el proceso de una fábrica y de una escuela, porque los dos se monetizan, se estandarizan y hacen el mismo proceso una y otra vez aunque el proceso no de la misma satisfacción o no sea efectivo para todos.